Trigo y zinc: el dúo más productivo

Es un micronutriente importante para el desarrollo de semillas: determina la cantidad y calidad de la semilla. Asesoría en diagnóstico y estrategias de fertilización para cultivos de alto rendimiento y alto impacto.

El zinc (Zn) es uno de los elementos clave que aseguran el crecimiento, la tolerancia al estrés y determinan los componentes de rendimiento de los cereales de invierno como el trigo. Sin embargo, esto a menudo se pasa por alto cuando se planifica una estrategia de inseminación. Con más ganas que nunca de innovar en tiempos difíciles, la Agenda Aapresid, el Ciclo Negociador Diario de la Agricultura Argentina, compartió la información más reciente sobre cómo gestionar este micronutriente y mejorar los próximos grandes resultados.

DIAGNÓSTICO PRESIEMBRA

Martin Torres Duggan de Tecnoagro enfatiza: Después de decidir manejar macronutrientes mayores y menores como nitrógeno, fósforo, potasio, incluído el azufre en algunas zonas costeras, se requieren semillas de diagnóstico previas a la siembra para micronutrientes como zinc y boro. Asesor Principal y Docente de la UBA.

En el caso del Zn, donde las zonas de escasez son más amplias, se debe realizar el diagnóstico mediante muestreo y análisis del suelo de la capa de 0 a 20 cm para medir la cantidad de zinc extraíble, extractable o disponible. Cuando está por debajo de 1 parte por millón, hay una grave escasez, dijo.

Tan importante como la química diagnóstica es el análisis de la calidad física del suelo, que constituye la fertilidad en un sentido general. “La estructura del suelo afecta el acceso de las raíces a nutrientes que son difusos y poco móviles, como el Zn”, explica.

CÓMO DETECTAR LAS CARENCIAS

Explica que su deficiencia de rendimiento se puede detectar en las hojas como rayas blancas entre las nervaduras, que luego pueden volverse marrones con bordes oscuros, “aunque puede haber limitaciones. Se inhibe durante el crecimiento de la planta sin síntomas foliares”, explica.

Debido a las muchas funciones que realiza este micronutriente a nivel fisiológico y bioquímico, las plantas deficientes tienden a ser más pequeñas en tamaño, número de brotes y área foliar. Obviamente, esto afecta las tasas de crecimiento más lentas y la formación de estructuras reproductivas y, en última instancia, el rendimiento.

ESTRATEGIAS DE MANEJO

Según Torres Duggan, la fuente más importante de micronutrientes es la materia orgánica (MO). Por ello, la primera recomendación de los expertos es manejar sistemas de producción que promuevan una buena acumulación de materia orgánica a través de diferentes rotaciones de cultivos, la adición de cultivos secundarios y/o la aplicación de cultivos secundarios, el uso de reparadores o residuos de cultivos. Esta mejora del suelo y la captación orgánica proporcionarán naturalmente Zn y otros micronutrientes necesarios para alimentar a las plantas.

Demostró que ocurren reacciones significativas para la superficie del fertilizante cuando el valor del suelo está por debajo del límite crítico. Por lo general, la tasa de adición suele ser del orden de 1-1,5 kg Zn/ha para obtener los máximos resultados que las formulaciones de excelente calidad están actualmente en el mercado.

PRUEBAS Y RESULTADOS

Ensayos en la región pampeana mostraron que en ambientes pobres en zinc, la respuesta promedio al trigo aplicado a plena cobertura antes de la siembra o en hileras estuvo entre 200 y 300 kg/ha.

En el período posterior a la floración, es posible beneficiarse de la adición de preparados de zinc durante la aplicación de UAN, por ejemplo, “es importante garantizar la disponibilidad temprana para lograr el mejor momento de inicio de la siembra”. Señala que la fertilización foliar también es una opción si se usa como aditivo para un fertilizante primario.

“Si se aplica nitrógeno al trigo en floración para aumentar el nivel de proteína en el grano, se puede agregar una preparación en combinación con zinc y otros productos como bioestimulantes para potenciar el efecto”. Un tema importante es que las plantas con un buen contenido de zinc son más tolerantes al estrés ambiental, como las heladas durante el trasplante o el choque térmico durante los períodos críticos. Este papel antioxidante y protector se extiende al comportamiento de las plantas contra los patógenos, dijo, “haciendo que las plantas sean menos susceptibles a las infecciones fúngicas a nivel de la raíz”.

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