Reducción sin fin del trigo: la cosecha puede ser de solo 15 millones de toneladas

En menos de dos semanas se ha confirmado que 400.000 hectáreas de tierra no serán cosechadas”, enfatizó la Bolsa de Comercio de Rosario. Córdoba y Santa Fe son las provincias más afectadas por la caída de la producción. 

Las lluvias en las últimas horas y la llegada de los frentes el próximo lunes pueden comenzar a cambiar la frustración por la cosecha de trigo que hoy prevalece en el campo argentino.

Pero, al mismo tiempo, continúa la caída de los pronósticos: la Bolsa de Cereales de Buenos Aires rebajó su pronóstico de cosecha en 1 millón de toneladas a 16,5 millones; La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) vuelve a ser más pesimista, al bajar nuevamente su pronóstico en 1,5 millones a 15 millones. 

En otras palabras, una disminución del 9% con respecto al mes anterior y una disminución del 35% con respecto al récord de producción del ciclo anterior de 23 millones de toneladas.

Sequía y heladas 

Si bien la falta de agua fue el factor principal, el BCR confirmó que el golpe final para el trigo fue una helada el 9 de octubre, que agregó estrés por calor al cultivo.

“Cada día que pasa, se van poniendo en mayor evidencia los síntomas de daño y los recortes se van actualizando con 30 a 60% de pérdida de rinde que se suman a los efectos de la sostenida sequía. En la franja central se está estimando un rinde de 15 a 20 quintales por hectárea, pero hay signos de mayores ajustes a corto plazo”, dijo la entidad portuaria.

Reveló que la cantidad de áreas perdidas también ha aumentado asombrosamente: “En menos de dos semanas, se ha confirmado que 400,000 hectáreas de tierra no han sido cosechadas. 

Desafortunadamente, este número seguirá creciendo en las próximas semanas”, advirtió.

Los daños por heladas aún no han sido identificados ni cuantificados, pero el monitoreo realizado por agrónomos ha revelado problemas en una amplia zona desde Córdoba hasta el sur de Santa Fe y el norte y centro de Buenos Aires. 

Ejemplo: En la región de Alberti (Buenos Aires), tienen pronosticado un rendimiento de no más de 10 quintales por hectárea, donde los rendimientos suelen superar fácilmente los 60 quintales.

La esperanza de Buenos Aires

La única esperanza hasta el momento es el centro de trigo al sur de Buenos Aires, donde las lluvias aún ayudan a restaurar la producción a medida que la región comienza a acumular mejores reservas para la siembra.

Sin embargo, la noticia actual tampoco es una buena noticia: la anomalía de las aguas subterráneas del 19 de octubre muestra que el 63% del almacenamiento de agua de Buenos Aires está en su nivel más bajo en comparación con los últimos 30 años. 

Además de eso, el problema es que en las regiones de Tandil, Azul, Balcarce y Benito Juárez, las heladas también jugaron un papel: los ingenieros han estimado que el cultivo sufrirá un 15% de temperaturas bajo cero del 28 de septiembre y 14 de octubre, lo que resultará en un daño de hasta un 20%. 

Por región 

En todo caso, la principal zona de derrumbe será la provincia de Córdoba, donde el BCR habla directamente de un “desastre productivo”: el rendimiento promedio en la provincia se estima en 21,6 céntimos (36 el año pasado) con respecto a 2022. La producción de otoño cayó un 63%.

Santa Fe se encuentra en una situación similar: recibirá 26 quintales de producción, frente a los 39 quintales de 2022, y reducirá la producción en un 48%, de 5 millones a 2,6 millones. 

En Buenos Aires, en tanto, la reducción será del 21 por ciento, pero podría ser aún mayor si no llueve y se repiten las heladas, como se espera.

 

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