En los Llanos de La Rioja el Garbanzo se prueba el traje forrajero

Desde el INTA de esa ciudad, un grupo de especialistas realiza ensayos para incorporar en la dieta del ganado bovino y caprino a ésta legumbre.

El garbanzo, cultivo que crece principalmente en el norte de Córdoba, Santiago del Estero y Salta, puede ampliar las fronteras productivas hacia el noroeste.

En Los Llanos de La Rioja, expertos del INTA de la provincia, en colaboración con la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Córdoba (FCA-UNC), están realizando ensayos de adaptación, para confirmar la aptitud agroecológica de dos tipos de garbanzos utilizados en Córdoba: Norteño y Chañarito.

En el NOA, la vegetación y pastizales naturales introducidos son la principal fuente de alimento para el ganado vacuno y caprino. El problema es que su disponibilidad cuantitativa y cualitativa depende en gran medida de las precipitaciones, que a menudo son poco regulares y escasas.

Además, durante los períodos de baja vegetación, el forraje depende del obtenido durante la temporada de crecimiento o de alimentos externos, lo que genera mayores costos económicos para la ganadería con los pequeños agricultores.

Aquí es donde es más probable que el garbanzo, que crece en invierno, se sumaría en la rotación de cultivos y la dieta animal.

Potencial

Eduardo Oliva, del INTA La Rioja, comenta: “El cultivo del garbanzo es una alternativa prometedora para la nutrición humana y animal, por su adaptabilidad, bajo requerimiento hídrico y propiedades nutricionales.

El objetivo es mejorar la rentabilidad y la calidad de vida de los productores ganaderos y caprinos, y Oliva destacó la buena evolución de los cultivos de la pasada campaña.

“Se han adaptado sin mayores perturbaciones a las condiciones agrícolas y meteorológicas del territorio, condiciones sanitarias óptimas y requerimientos mínimos de fertilizantes”, señala Oliva.

Cabe señalar que las pruebas se realizaron mediante riego por goteo, ya que este es el método adoptado por los agricultores de la región, y se utilizó nitrógeno, fósforo y potasio después de realizar los análisis en el suelo.

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