Además de la brecha de rendimiento, la agricultura intenta cerrar la brecha digital

En el marco del encuentro organizado por el Consejo Agroindustrial Argentino, se destacó como aspecto prioritario la necesidad de mejorar la conectividad en las zonas rurales para promover una mayor producción y consolidación.

En un evento dedicado a la comunicación, el Consejo Agroindustrial Argentino organizó la jornada “Conectividad Digital Rural” en ciudades como Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Bahía Blanca. Se realizaron reuniones presenciales y se transmitieron en todo el país. 

La agenda abarca tres ejes: el primero es el diagnóstico y estado de la situación de Internet en las zonas rurales, especialmente en Argentina; el segundo, sobre financiamiento y cooperación, el capítulo final se enfoca en las tecnologías de conectividad digital rural.

Además, el dato que genera debate es que según el informe del INTA, el 40 por ciento del campo argentino no está conectado.

Gustavo Idígoras, coordinador general técnico del consejo, insiste en que muchas veces se asume que el arraigo comienza con el concepto de acceso a la tierra, a pesar de que la conectividad ahora es inevitable.

“Por eso, en CAA estamos convencidos de que necesitamos desarrollar una política federal con tres pilares: arraigo, productividad e inclusión como elementos esenciales para promover la conectividad digital rural”, dijo.

Antonio García Zaballos, especialista líder en telecomunicaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que “actualmente Internet y la conectividad no son lujos, sino necesidades”. 

Idígoras y García Zaballos coinciden en que “la superación de la brecha digital en Argentina requiere la participación de los sectores público y privado en el marco estratégico nacional y el ajuste de los modelos regulatorios y políticas públicas para apoyar el desarrollo de las inversiones del sector privado y promover las inversiones en el sector público”.

En el marco de la reunión, el Consejo y el INTA firmaron un documento de trabajo en el que ambas organizaciones acordaron impulsar esfuerzos conjuntos para lograr una política federal de conectividad rural.

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