El informe preparado por los productores, advierte que la suba de los costos excedió el aumento de precios, que se agrega a otro año que debe “la niña”, como vientos de frente para el sector.
Según un informe preparado por un grupo de productores, el aumento en los costos de producción y una disminución en el “efecto de la niña” tendrá un impacto negativo en la rentabilidad.
“Esto da por tierra que hay que seguir subiendo impuestos por supuestas ganancias extraordinarias, no hay nada que justifique este aumento”, dijo Luis Miguel Etchehevere, ex ministro de Agricultura y uno de los integrantes del equipo de Longa, encargado de realizar este análisis.
El ex jefe del Ministerio de Agricultura, Santiago del Solar y Pablo Torello, Diputado Nacional, participaron en este espacio.
En maíz, sobre la base de sus propias cuentas, dejaron en claro que durante la última campaña 2021/22, el maíz temprano se vio afectado por la seca y cayó el 10 % de sus ingresos, mientras que el costo aumentó en un 57 %.
¿Cómo se determina el costo en 2021?
Para la cosecha 2022/23, calcularon que aunque los precios de la soja y el maíz registraron un aumento del 10 % al 14 % con respecto a junio del año pasado, los costos habían aumentado más allá de estas tasas. “Se destacan en los últimos meses las labores, fletes y estructura, generado por la inflación y brecha cambiaria”.
En el trabajo, miden el incremento de costos respecto a junio pasado. Entre otras cosas, calcularon que el costo del alquiler en el centro de la ciudad había aumentado un 27%. El glifosato y la urea aumentaron un 165 % y un 82 %, respectivamente, mientras que la carga de 300 km se encareció un 25 %.
Para los productores, la perspectiva de una nueva Niña para el resto del año, los continuos aumentos de costos y los precios más bajos de los granos en los últimos meses “hace que los riesgos aumenten considerablemente”.